Todo lo relacionado a la medicina popular tiene fuerte vinculación en la cultura tradicional de las islas y en sus orígenes se entremezclan lazos que proceden de África, Europa y América.

Los curanderos desempeñan un papel protagónico y regularmente para tratar de remediar los males emplean plantas, rezados y otros sortilegios, porque en realidad no es cotidiano verlos consultar libros de medicina para realizar sus labores.

Su presencia se hace más efectiva en zonas campesinas o lugares donde habitan personas de bajo nivel cultural, aunque hay otros que acuden al curandero aún procediendo de estratos sociales o profesionales de nivel medio o alto.

La brujería, aunque puede ser utilizada para otros propósitos, también es otra vía a la que acuden ciertas personas y la brujería canaria en particular es el resultado de la convergencia de distintos aportes culturales traídos por moriscos, judíos, esclavos de Berbería y desde otros disímiles lugares.

En Canarias la brujería es ejercida exclusivamente por mujeres a las cuales se le achacan poderes sobrenaturales.